6 CUOTAS SIN INTERÉS - 10% OFF CON TRANSFERENCIA - ENVIO GRATIS EN COMPRAS MAYORES A $110.000

La semilla de María Magdalena nació de una experiencia personal y transformadora vivida por Magdalena Ávalos. En el 2013, durante un retiro de ayuno de 14 días en la naturaleza, en completo silencio y sin ingerir alimentos ni líquidos durante la primera semana, Magda experimentó una sensibilidad extrema en su cuerpo. Fue entonces cuando, al aplicarse una crema convencional, sintió su sabor en la garganta: una revelación profunda sobre la capacidad de absorción de la piel y las sustancias químicas que muchas veces usamos sin cuestionar.

Ese instante se convirtió en una certeza: la piel también se alimenta, y lo que le damos importa. Surgió así la necesidad de crear un "alimento para la piel" real, natural y libre de sustancias sintéticas. Una cosmética que no solo cuide la superficie, sino que respete los ritmos del cuerpo y honre su sabiduría, como parte de un estilo de vida más consciente y conectado con la naturaleza.

Desde entonces, el proyecto María Magdalena se fue nutriendo de experiencias, saberes botánicos y una mirada integral del cuerpo. Inspirada por la conexión entre la tierra, las plantas y el ser humano, la marca propone volver a escuchar a la piel, cuidarla con productos verdaderos, y recordar que somos parte del todo.