En María Magdalena creamos cosmética natural como un alimento para la piel, con el propósito de reconectar el cuerpo con la naturaleza. Elaboramos productos reales con materias primas nobles, trazables y de alta calidad, que respetan los ritmos vitales del cuerpo y acompañan sus procesos naturales. Creemos en una belleza integral y singular, que abraza la vida en todas sus formas y cuida la piel como un acto cotidiano de amor propio y salud.
Nuestra propuesta va más allá del producto: desde las fórmulas hasta el diseño, desde la comunicación hasta la forma en que trabajamos, buscamos construir una empresa más humana, consciente y conectada con lo esencial. Promovemos el crecimiento de productores locales y transmitimos valores como la simpleza, la armonía, la calidad y la elegancia. Cada decisión que tomamos está guiada por una visión que entrelaza sustentabilidad, bienestar integral, sensualidad y cuidado personal.
Creemos que las plantas contienen información viva del planeta. Por eso, nuestros productos son preparados alquímicos que transmiten esa sabiduría a la piel, actuando como un canal sutil entre el cuerpo y la Tierra. A través de esta cosmética, invitamos a una conexión más profunda con lo natural y con lo sagrado, recordando que también somos parte de esa red viva que sostiene la vida.